Desastre nuclear

Ucrania, 26 de abril de 1986, una de la madrugada veintitrés minutos cincuenta y ocho segundos. Seguramente para muchos, esto no signifique nada, pero ocurrió una de las mayores catástrofes provocadas por el ser humano. En ese mismo instante el reactor número 4 modelo RMK 1000 de la central nuclear Lem de Chernobyl saltaba por los aires. Millones de particulas radiactivas se expandían por la zona. Un famoso periodista definia el momento de la siguiente manera: "Los adultos y niños contemplaron asustados como el sol se había encendido en mitad de la noche, se protegieron el rostro, y notaron el impacto de lo que parecían ser gotas de lluvia, extendieron sus manos para sentir el agua pero el aire estaba seco y caliente, la garganta les picaba y tenían los ojos llorosos; en ese momento desconocían que los pequeños impactos que recorrían sus cuerpos eran el paso invisible de millones de partículas subatómicas atravesando su piel y órganos".

Había comenzado lo que sería la mayor tragedia del siglo XX. En muchas aldeas, los ancianos comenzaron a hablar del fin del mundo, y decían que lo dictado por la biblia era cierto, y el momento había llegado. En una de las ciudades mas cercanas, Prípyat, creada al tiempo de los reactores (1970) y de casi 60 mil habitantes nadie se esperaba que la ciudad solo fuera a tener un periodo de vida de 16 años.

Las ciudades más cercanas se quedaron vacías y miles de personas sufrieron posteriormente en sus carnes los desastres que provocaban en el cuerpo humano esta guadaña radiactiva.

Podéis ver un montón de artículos, documentales, noticias sobre este desastre, pero la historia de este chico os va a dejar paralizados y os va a dar que pensar, no hay mejor manera para saber lo que han pasado millones de personas, y tan solo es un ejemplo, este es Alexander:

Lo más triste no acaba aquí, al poco tiempo de grabar esto Alexander murió, y esto solo es una historia de las millones que hay tras este desastre.

El "gordo" manda

El concepto de "crisis" como posiblemente cualquier concepto, es subjetivo. En la actualidad es el tema en boca, y quitando algunos países con formas de gobierno contrarias a las mas contemporáneas, podríamos hablar de "crisis mundial". 

El subjetivismo comienza cuando por ejemplo en la televisión o demás medios de comunicación, escuchamos lo siguiente: "El Banco Santander compra el 70% de Zachodni por 3.000 millones de euros". Realmente esto no es tan extraño porque es fácil ver noticias como ésta, sobretodo hablando de empresas tan importantes como el Santander en este caso. Acto seguido escuchamos otra noticia: "La crisis aumenta la tasa de paro en España, que se acerca a la más alta de la historia". Ironías de la vida, mientras unos buscan agrandar más, si cabe, su fortuna, otros esperan en la cola del INEM para echar el paro. Claro, si yo estuviera en el primer caso, seguro que de crisis y paro hablaría mas bien nada. Y mientras el rico siga engordando, al "pobre" no le queda otra, porque lo poco que hay se lo lleva el que está mas arriba, lo que me gustaría definir como "crisis de valores".

El mayor problema, es que todo esto, estas ironías, este subjetivismo, esta contraposición, seguirá existiendo toda la vida. 

Semos así

Todo está en silencio, el único sonido que llega a mis oídos es el romper de las gotas de lluvia con el suelo de la calle, noche oscura y hace frío, el día me ha salido redondo, he hecho todo lo que dije que haría, han echado mi serie favorita por la tele, y mientras la veía me he comido un gofre. ¿Nunca has tenido un día así? Un día "perfecto".

Ese pudo ser un día "perfecto" en mi vida, ¿hay algo extraño? ¿algo fuera de lo normal? En momentos así es cuando te das cuenta de que la vida tiene cosas pequeñas, que si las juntas son como un montón de trocitos de felicidad rodeándote por el cuerpo, saltando sobre tu piel y brindando a tu salud. Y nosotros elevando a la máxima potencia problemas tontos de la vida, cuando hay un montón de gente que no puede ni siquiera oír el romper de las gotas de lluvia desde su habitación, ver su seria favorita, si la tiene, o comerse un gofre. Y pensar que a veces nos preocupamos tanto por tonterías.

El problema está en nosotros mismos. Sé, que muchas personas no son capaces de ver estas cosas pequeñas, ni siquiera piensan en ellas, están ahí, pero como si de piedras en el camino se tratase, ni se acuerdan de ellas. Simplemente el hecho de escuchar una canción en muchos momentos me hace sentir la persona mas feliz del mundo. Una sintonía, un ritmo, una voz, una letra que te dice algo, te recorre el cuerpo, un momento, un segundo, un buen trago de cerveza fría en pleno verano con los amigos, una sonrisa, una cucharada de tu comida favorita, un recuerdo. ¿Acaso no teneís ninguna foto que os haga sonreír siempre que la veis? Seguro que sí. Pues para mi la vida es eso, un montón de fotografías, que van pasando segundo a segundo por delante de tus ojos. Por eso mi objetivo fundamental es conseguir el mayor número de imágenes que me hagan sonreír solo con verlas. Pero, según el camino que cojas tendrás unas imágenes u otras, y es aquí donde volvemos al principio, al problema de todo esto, el que es capaz de ver esas cosas pequeñas seguramente escoja el buen camino, se quedará con esa gota que rompe contra el suelo, con esa voz, con ese segundo, con ese trago de cerveza, con esa foto; el que no lo haga probablemente se equivoque.

¿Como saber si escogiste el buen camino? Una noche, estás escribiendo en tu blog tranquilamente, y mientras hablas sobre algún tema, vas recordando fotografías, si tienes muchas que recordar poco a poco sentirás una sensación extraña y a la vez interesante en el estómago, has escogido bien, esa sensación se llama, felicidad.

La unión hace la fuerza

Si alguna vez me dijeran que personaje de película me gustaría ser, no tendría duda alguna en escoger a Sir William Wallace (Mel Gibson, en Braveheart), y claro en este momento todos los que la hayan visto, dirán: y a quién no le gustaría. No es el hecho en sí de que te guste, es el por qué, y ahí es donde quiero llegar.

¿Has sentido ese escalofrío en la escena en que William Wallace grita: "Nos podrán quitar la vida, pero nunca la libertad"? Es ahí, en momentos como ese cuando más le admiro, una sola persona capaz de levantar a un ejército desanimado por la cuantía bestial de la tropa inglesa, haciendo creer a sus compatriotas en la libertad y la justicia, buscaba la unión y la consiguió. Valiente donde los haya y con un solo objetivo, acabar con la tiranía inglesa, esa que mató a sus padres y sus hermanos, esa que durante tanto tiempo amargó la vida a los escoceses.

Luchó, y olvidaos de si ganó o perdió (aunque en la guerra nadie gana), recordad sobre todo que lo hizo por sus derechos, su libertad, su vida y mas aún, por los derechos, la libertad y la vida futura en Escocia, de sus gentes. Y yo en ese momento si fuera él, hubiera "ganado" o perdido, estaría orgulloso de mi, me sentiría realizado como persona, y para toda esa gente que busca un objetivo en la vida, mira, posiblemente el objetivo de William Wallace fuera ese. Pero es aquí cuando entramos en un dilema moral, ¿todos seríamos capaces de dar nuestra vida por algo o alguien? ¿pensaríamos que ese es nuestro objetivo? Porque yo creo que, sin más, lo dejaríamos de lado, y diríamos: no, eso no es para mi, el por qué de mi existencia no es ése. ¿Por qué ha cambiado tanto la sociedad? Puede que sea una pregunta sin respuesta, pero posiblemente en la época de Wallace, la gente de esos pueblos se sentiría orgullosa.

Quizás pintarse la cara, enseñar el culo o subir al caballo y gritar algo con sentimiento, en ocasiones no valiera de nada, pero si quieres ser alguien a veces hay que arriesgarse, quejarse y luchar por lo que uno considera acertado, porque solo se recuerdan las personas que hacen algo en la vida, no las que lo intentan.

Señor entre los señores

Nació un 12 de febrero de 1949, se llama Joaquín Ramón Martínez Sabina, y sinceramente no encuentro mejor personaje para comenzar a andar esta buena senda.

Uno de los grandes a mi parecer en el panorama musical nacional, la mezcla de la música y la poesía, con una chispa y un ingenio distinto, su forma de pensar, de ver la vida, detallista y con una capacidad para componer fuera de lo común. ¿No te gusta la poesía? Él la hace "divertida" si de por si, no lo es ya. Si en algún momento tuviera que describirle, diría de él que es el poeta actual por excelencia.

Canciones como 19 días y 500 noches, Contigo, Nos sobran los motivos, Pacto entre caballeros, son las mas conocidas entre las tantas que tiene en sus mas de 20 álbumes el genio de Úbeda. Con frases como "Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy de acuerdo" o "Mi plan es envejecer sin dignidad" nos muestra ese carácter rebelde e inconformista que le caracteriza.

Y sí, podría tirarme horas y horas hablando de él, pero no lo haré, simplemente con esta canción os dejaré a su merced y vosotros mismos entraréis en este mundo, del que ya nunca, y gracias a la voz ronca por el whisky y el tabaco de este caballero, podréis salir.

Dejate caer

Hola a todos, me llamo Carlos y os doy la bienvenida a Por la buena senda.

En este blog, trataré todo aquello que me gusta, que me hace sentir curiosidad, personajes a los cuáles admiro por algún determinado hecho o simplemente por su forma de pensar o actuar,  la música que me hace vibrar, entre otras muchas cosas que se me ocurran sobre la marcha, como curiosidades de la vida, formas de actuar y de pensar, en momentos será un blog filosófico en el que hable de pensamientos míos. En definitiva y sin más rodeos, en Por la buena senda quiero dar a conocer a mi parecer lo que es, y valga la redundancia, ir por la buena senda. Espero que disfrutéis y os dejéis caer de vez en cuando por aquí.

Un saludo.